Aún recuerdo con cierta nostalgia los años de mi niñez (inicio de los 90). En aquella etapa de mi vida descubrí cuanto me fascinaba la tecnología. Y aunque lo máximo que llegaba a interactuar con mi ordenador personal era la instrucción «load»» >enter» para cargar los juegos de mi spectrum 128k; tenía claro que la informática marcaría la pauta de mi camino profesional. Era fascinante sentir el tacto del teclado y como el monitor (TV Sony black trinitron) reproducía los textos que con él escribía.
Con el paso de los años el cine nos seguía mostrando de forma clara el impacto de la evolución tecnológica que estamos expermientando. Recuerdo como en el año 1992, se estrenaba la película «Hook» de Robin Willians en Sevilla y todos alucinábamos en el cine viendo al bueno de Robin, interpretando a Robin Hood con un teléfono móvil que era un auténtico ladrillo.
Mi vida y la tuya ha cambiado bastante desde aquellos años. En sólo 25 años, hemos experimentado el mayor avance tecnológico conocido. Y con ello, una importante disrupción en lo que se refiere a la forma de desarrollar su actividad las empresas y lo que hace que esta tenga sentido: el cliente.
Estamos en pleno proceso de transformación. Un proceso al que muchos llaman la cuarta revolución industrial. Se trata de la transformación digital de nuestra sociedad, que tiene su impacto directo en las empresas.
La transformación digital de las empresas, algo inevitable
En las últimas semanas, desde XTRARED, estamos desarrollando acciones divulgativas para hacer visible este cambio a las empresas y concienciar, dentro de lo posible, la necesidad de adaptarse a un nuevo cliente, más tecnológico, más informado, mas cualificado. Un cliente que busca en Internet y los entornos digitales la respuesta a sus necesidades y/o problemas. Hemos intentado compactar todas estas cuestiones en un video de 1 minuto que puedes ver aquí:
Es evidente que el cliente ha cambiado. Y lo que las empresas no hemos terminado de comprender de este proceso es que no nos enfrentamos a un proceso de adaptación o de cambio. Es un proceso de transformación que abarca todas las áreas de una empresa. Y eso supone darle más de una vuelta a todo lo que se ha hecho hasta ahora dentro de nuestra organización.
Pensar que transformarse digitalmente es potenciar el marketing digital y la comunicación 2.0 es un error.
Según los datos del primer estudio de la transformación digital de la empresa (good rebels), las decisiones ejecutivas en este ámbito están orientadas a potenciar el marketing y la comunicación digital. Pero esto genera un problema de gestión dentro de una organización corporativa ya que, se produce un importante desequilibrio en los procesos que provoca disfunciones tecnológicas e impiden el avance hacia la excelencia en la prestación del servicio al cliente digital.
Pongamos los cimientos para comprender que la transformación digital de una empresa es mucho más que adaptarse al medio en el que habita nuestro cliente.
¿Qué es la transformación digital de una empresa?
Aplicaciones Móviles como Wallapop han transformado y revolucionado el comercio de productos usados a través de la geolocalización móvil.Es un proceso de gestión, que se alinea con la estrategia corporativa, su cultura y procedimientos canalizando la disrupción digital que estamos experimentando como consecuencia de un avance tecnológico sin precedentes.
Podríamos decir que la transformación digital de las empresas debemos afrontarla desde tres ámbitos de actuación:
El cliente, que ahora es digital.
El negocio, que debe ser digital para llegar al cliente.
La empresa, que debe transformar sus procesos organizativos para dar la respuesta adecuada.
MC Donalds ha instalado kioskos digitales para que los clientes puedan hacer sus pedidos sin esperar colas.
Algunos datos de relevancia sobre la transformación digital de la empresa española
Es llamativo, que el 70% de las empresas españolas han iniciado algún tipo de proceso de transformación digital, aunque sólo la mitad se encuentre capacitada tecnológicamente para poder enfrentarse a este proceso. El principal problema, como he comentado anteriormente está relacionado con la vinculación a los departamentos de marketing, ventas y comunicación, dejando a un lado al conjunto de la organización.
El Inbound Marketing, un ejemplo de lo que ha llegado de la mano de la transformación digital.
Algunos, los más catastróficos, ven la transformación digital como el final ineludible de las empresas que no se adapten a esta revolución industrial. Sin embargo, los que vemos el vaso medio lleno visualizamos la oportunidad. La metodología del Inbound Marketing es un claro ejemplo de cómo las empresas pueden transformar sus procesos de captación, comunicación y fidelización de clientes a través de los entornos digitales.
¿Como inicio el trayecto de la transformación digital de mi empresa?
La mejor forma de afrontar un reto de esta magnitud es identificar el punto de partida y la meta. Para ello, te invito a que identifiques la situación actual de tu empresa en base a las 6 fases de transformación digital que te expongo a continuación:
- Inmovilismo: Pensamos que la digitalización de la empresa vendrá sola, haciendo lo mismo que estamos haciendo hasta ahora.
- Activación: La digitalización se ha iniciado de forma experimental o desigual en la empresa.
- Formalización: La experimentación se ha convertido en una iniciativa real, buscando soporte a nivel ejecutivo para buscar nuevos recursos y adoptar la tecnología necesaria.
- Estrategia: Se reconoce la importancia de la implicación de todos en el proceso de transformación y se trabaja de forma conjunta en todos los departamentos.
- Convergencia: Se crea un equipo responsable de la transformación digital para guiar a las personas en la nueva estrategia basa en los objetivos de negocio.
- Innovación y adaptación: La transformación digital se convierte en una forma de negocio, donde el cambio es constante y la adaptación a ellos también. Se ha establecido un ecosistema digital para identificar y actuar según las tendencias del cliente y el mercado.
¿En qué punto se encuentra tu empresa?
Para comprender todo esto, es necesario asumir que la transformación digital de una empresa no es una meta, es una situación. Una situación en la que la empresa ha experimentado proceso migratorio hacia una nueva forma de actuar en todos sus procesos, entendiendo el cambio como una única constante, creando procesos para poder identificar los mismos y hacer frente a las medidas necesarias para adaptar los diferentes departamentos de la empresa a dicho cambio.