Año 2010. Sentado en la notaría de la calle Virgen de Luján (Sevilla) me pregunta el administrativo que redacta la escritura que voy a firmar por mi profesión… y me genera un conflicto interior: ¿Cuál es mi profesión? Tenía claro que en el año 2004 inicié mi actividad como profesional independiente (Autónomo) del diseño web. Pero en ese momento era incapaz de responder a esa pregunta totalmente seguro de la idoneidad de la respuesta… (continúa al final).
Recuerdo como hace años me costaba asumir mi rol empresarial. Y resulta comprensible teniendo en cuenta que vivimos en un país en el que etiquetamos con facilidad a las personas en base a su actividad, así como la localidad donde le ha tocado nacer. Este es un país donde si eres catalán, eres tacaño; el andaluz vago y juerguista. El madrileño antipático y triste. De la misma forma, el político es corrupto, el funcionario un acomodado incompetente que sólo cuenta los días para disfrutar sus envidiables vacaciones. Todos los adjetivos negativos que falten, puedes aplicarlos en ese perfil «comodín» llamado «EMPRESARIO». Tan sólo tienes que hacer una búsqueda en Google para ver que el término empresario es usado para:
- Explotar a sus trabajadores
- Generar casos de corrupción
- Delinquir evadiendo impuestos
- Estafar a clientes
- Crear círculos mafiosos
- Un largo etcétera
Esta claro que en este país, el término empresario está lejos de ser sinónimo de transparencia, honradez y compromiso con el prójimo. Es un perfil totalmente denostado. Y no deja de ser cierto que mucha culpa de ello la tengamos los propios empresarios, pero la fobia social que ataca continuamente a la figura del empresario va mucho más allá.
No voy a negar que durante una etapa de mi vida yo mismo sentía que usar el término empresario tenía connotaciones negativas. Y eso, que tuve la suerte de recibir una educación pública excelente, exenta de libros de texto que ponen al empresario como un «obseso sexual explotador«.
Pero llega un momento de madurez, donde uno empieza a rebelarse contra la tremenda falta de respeto que para mi supone usar el término empresario para identificar a estafadores, corruptos y malhechores, los cuales no merecen ser nombrados como tal.
Por poner un ejemplo, el indeseable de la industria cárnica gaditana que se benefició de subvenciones por enviar contenedores llenos de pezuñas y restos a personas del tercer mundo, podemos llamarlo de todo, menos empresario. Igual que Mario Conde, Francisco Correa y la inmensa lista de corruptos y delincuentes que protagonizan los informativos a diario.
¿Qué es un empresario/a?
Según la RAE, un empresario es esto:
¿Queda claro? Un empresario es una persona que recibe concesiones, ejecuta una obra, explota un espectáculo o emplea trabajadores. También un empresario es propietario de una empresa. Muy grandes los de la RAE.
Es necesario realizar un ejercicio de reflexión y otorgar a la persona empresaria el lugar que le corresponde en nuestra sociedad. Voy a intentarlo:
Empresari@ es una persona que expone su patrimonio en pos de conseguir un objetivo que permite a la sociedad de forma general o particular cubrir sus necesidades o alcanzar sus propios objetivos. Para conseguirlo, suele emplear personas, invertir en productos o contratar servicios de otras. Gracias a ello, promueven y dinamizan la economía (no la suya, sino la de todos) y además, con sus impuestos, mejoran la calidad de vida de las personas de su entorno. Si alcanzan el éxito (pocos lo consiguen), disfrutan de un beneficio que les permiten seguir trabajando en su proyecto. De lo contrario, acabarán arruinados y excluidos de un sistema que apenas les protege.
Carmen, autónoma y empresaria de la limpieza que se levanta todos los días a las 6 de la mañana para trabajar más de 12 horas y emplear a sus familiares. Es EMPRESARIA. Y Mark Zuckerberg, creador de Facebook. No es informático, ni programador. Es EMPRESARIO.
No debemos olvidar nunca que hoy en día disfrutamos de avances, tecnología, bienestar y mucho más gracias a que en algún momento, alguien se jugó todo lo que tenía para que hoy lo disfrutes. Ya lo dijo Antonio Banderas en un gesto digno de levantarse, quitarse el sombrero y aplaudirle. Se hace país con gente que se la juega.
Antes de criticar a una persona empresaria, te recomiendo que acudas a un gestor, te des de alta como autónomo contrates a otras personas y disfrutes de la experiencia de ser empresari@ en España.
Sigo en notaría, y después de madurar mi respuesta… me giro hacia el administrativo y le respondo con una sonrisa:
– «EMPRESARIO, ponga usted que soy EMPRESARIO»
– Ok, ponemos EMPRESARIO.
– De nada.
Impresionante artículo. Nadie desde el otro lado ve lo que se juegan tantos y tantos empresarios honrados. Aunque como se suele decir, siempre habrá EMPRESARIOS y empresarios.
Impresionante artículo. Nadie desde el otro lado ve lo que se juegan tantos y tantos empresarios honrados. Aunque como se suele decir, siempre habrá EMPRESARIOS y empresarios.
Impresionante artículo. Nadie desde el otro lado ve lo que se juegan tantos y tantos empresarios honrados. Aunque como se suele decir, siempre habrá EMPRESARIOS y empresarios.