El «cuñao» se dedica a otra cosa y en la calle ya no hacen cola para entrar…

Tengo unas vecinas geniales. A las 2 de la madrugada se ponen a discutir dando todo tipo de porrazos en su «nidito de amor» y a un servidor le cuesta dejarse pillar por morfeo. Por ello he pillado el portatil y voy a contaros una historia basada en hechos reales…

Año 1998, un chico caminaba por un polígono industrial de camino a una cita que tenía con un posible cliente. Ese primer cliente que visitas con ilusión, ese que nunca se olvida como el primer amor. Pues sí, seguro que recordarás ese cliente al que fuiste a ofrecer tus servicios como diseñador de páginas web y te respondía que «la web me la va a hacer mi cuñao…» y además te miraba como si quisieras aprovecharte de él por querer realizarle un servicio. Su «cuñao» le iba a hacer un magnifico sitio web con la «poderosa» herramienta de edición html llamada FRONTPAGE y además, de gratis.

Abochornado y cabizbajo este chico vuelve a casa de sus padres pensando -entre otras cosas- «cuándo podré independizarme»Â y se encuentra con que es posible que el día no acabe mal del todo ya que al llegar a casa su madre le dice: «Hijo, has recibido una llamada de una empresa que quiere hacerte una entrevista de trabajo». ¡Genial! «mañana será mi día», de nuevo la ilusión se apodera de él.

Llega a las oficinas de la empresa, el entrevistador (dueño de la empresa) le recibe y después de 10 minutos en los que tiene que soportar como su interlocutor se piropea a si mísmo y presume de su éxito empresarial le hace esta magnífica oferta laboral: 80 mil pesetas mensuales, jornada laboral de 8 horas (4 en contrato) y 20 mil pesetas «bajo cuerda» en concepto de «incentivo». En este sueldo se incluye: Diseñar páginas web, atender el télefono, poner a disposición de la empresa su vehículo propio así como el saldo de su móvil para llamarle cuando tenga alguna duda…sin duda alguna una oferta irrechazable. Para terminar,  el entrevistador termina su oferta diciendo lo siguiente: «No vas a encontrar una oferta mejor de la que te hago, ten en cuenta que en la calle los diseñadores web hacen cola para trabajar aquí«.

Forzado por su situación y ante la oportunidad de mostrar su valía este chico acepta la oferta y accede a dicha empresa.

Eran tiempos dificiles, en los que la palabra «internet» no aparecía en el vocabulario de la mayoría de los empresarios andaluces que ni de lejos veían en este nuevo medio una posibilidad de ampliar su negocio y obtener beneficios.

Pero el tiempo pasa.

Y ocho años después (2006) Internet ya se ha asentado en España y las empresas necesitan que sus páginas tengan unos niveles mínimos de calidad.

Las empresas de diseño web necesitan diseñadores para antender tal demanda en constante crecimiento.

Apenas hay personal cualificado….¿Que habrá sido de nuestro amigo?

Precisamente lo encontré hace unos días. Estaba terminando de amueblar su nuevo piso. Finalmente dejó la empresa en la que trabajaba al negarse esta a aceptar que desarrollara proyectos por cuenta propia. Se hizo autónomo y actualmente cuenta con más de 40 clientes que confían en sus servicios. Tiene su propio horario de trabajo y disfruta de una estabilidad económica que le permite disfrutar de su profesión.

¿Y que fue del «Cuñao»?

 Por lo visto, algunos clientes del empresario que se negó a contratar los servicios de este chico se quejaban del pésimo servicio que éste ofrecía en su sitio y su escasa calidad. Su compentencia lo ha barrido del mercado, entre otras cosas, al disponer de un sitio web profesional en la que promocionaba sus productos. El «Cuñao» ahora se está preparando unas oposiciones para la administración.

 ¿Y la empresa del entrevistador?

Cuando este chico se marchó, abrío la puerta de la calle para que pasara el primero de la cola…pero no había nadie. Porque afortunadamente…

…Los tiempos cambian.